Cuando dejamos de hablar empezamos a recordar qué es lo que verdaderamente vale la pena decir y nuestras cuerdas vocales se limpian. Dejemos de hablar un día y tratemos de comunicarnos con los demás sentidos.
El silencio es el primer paso para oír nuestra voz interna.
Vivimos en una constante de hablar todo el tiempo y se dice que Dios o la vida crearon nuestra cuerdas vocales para transmitir lo que el corazón siente, pero si lo reflexionamos ya nada más hablamos por hablar. Empezamos a decir cosas que no son y con frecuencia nos equivocamos, te ha pasado que esa voz interna te sabotea y empezamos a pensar y decir cosas que no queremos, te ha pasado que cuando hablamos no escuchamos solo hablamos por hablar, hay que darnos ese tiempo para escuchar y reflexionar lo que vamos a decir es por esto que date la oportunidad de darte un día de silencio y veras lo que sucede.
Un solo día solo escucha y no solo a las personas sino los sonidos de la vida.
Hislara López/ Restablécte
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