Porque siempre nos aguantamos y nos quedamos callados. ¿Cuántas veces nos hacemos fuertes ante un suceso?. Pues bien desde pequeños nos enseñan a aguantarnos y no llorar, a no decir lo que sentimos y guardárnoslo todo y más en el caso de los niños, a nosotras las mujeres se no está permitido un poco más a mostrar ese lado emocional. Sin embargo, ¿realmente creen que eso sea una lección de vida importante?. En lo que a mi respecta eso debería estar obsoleto, ya que hombres y mujeres somos iguales tenemos los mismos sentimientos de miedo, angustia, depresión, tristeza etc. Ambos tenemos la misma oportunidad de desahogarnos y expresar lo que sentimos, cuántas veces no lo hacemos por miedo al que dirán, a que los demás nos vean vulnerables o simplemente porque no tenemos a alguien que nos escuche, pues bien, cuándo mis pacientes se sienten así, les recomiendo que busquen un espacio ya sea fuera o dentro de casa, que escuchen música de nostalgia, vean películas tristes y compren una caja de pañuelos desechables.....y a llorar sin remordimientos "tarde o temprano todos necesitamos desahogarnos" recuerda que que si no lo hacemos podemos enfermarnos y eso sería peor "lo que callamos, el cuerpo lo convierte en un síntoma" y lo ideal es no llegar a ese punto, las lagrimas purifican, ¿te ha pasado que cuándo lloras mucho suspiras y suspiras y sientes mucha paz?. Eso es maravilloso, estas purificando, así que a llorar y desahogarse hasta que sientas esa paz, recordemos que nuestra salud es lo más importante que tenemos en esta vida. Mantener el equilibrio es fundamental, así que sube a tu bicicleta imaginaria, pedalea y si te caes, llora, levántate y sigue adelante, no mires atrás, solo adelante y sigue pedaleando. ¡Vive!
Hislara López/ Centro Holístico Restablécete
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